Antonio Pozo Indiano
Este año en el amanecer del Viernes Santo de la hermosa ciudad de Sevilla, tuve la suerte de visitar la iglesia del Buen Suceso , quede impactado , el recogimiento que se puede sentir en este pequeño templo lleno de historia que os invito a conocer si alguna vez visitáis la ciudad de Sevilla, es muy diferente a lo común es especial , sentirás una paz espiritual muy grande.
Los padres exclaustrados mantuvieron vivo no sólo el recuerdo sino el fervor popular hacía la Virgen del Carmen hasta que fueron muriendo. A finales del siglo XIX los carmelitas volvieron a restaurar, una vez que las leyes civiles permitieron a las órdenes religiosas registrarse de nuevo tal y como la misma sociedad lo demandaba , pero la Orden del Carmen no encontró nada de sus primitivos convento ; la Casa Grande era el cuartel del Carmen , Santa Teresa había desaparecido , dando origen a la popular barriada de la Huerta de y Santa Teresa y el que fuera colegio de San Alberto lo habían ocupado los filipenses .
El arzobispo sevillano Sanz y Forés puso todo su empeño en que los primitivos carmelitas volvieran a Sevilla , ofreciéndole uno de los pocos templos que se habían salvado cómo era la pequeña capilla del Buen Suceso , único resto de la que había sido antiguo Hospital de Convalecientes del mismo nombre , a cargo de los Hermanos “Obregones , hoy desaparecidos”.
Dicho templo había tenido su origen en una antiquísima capilla dedicada a la Virgen del Buen Suceso en un lugar que el siglo XVI era conocido como la plaza de la Castaña , en la antigua morería.
A la llegada a Sevilla en 1615 de los Hermanos Obregones se les concede la minúscula ermita , pero con el tiempo se piensa en erigir un templo mucho mas digno y amplio que será inaugurado el 8 de Septiembre de 1730 , predicando en dicha inauguración el Padre José de Haro , sermón que aún corre impreso.
Abandonado el templo por la leyes desamortizadoras de 1836 y 1868 , se conservó no obstante gracias a una serie de hermandades y congregaciones , allí instaladas ( las últimas fueron Mercedarias de la Asunción ), siendo finalmente ofrecido a los Carmelitas por el citado obispo valenciano (1889-1895).
La cesión del templo sería formalizada el 23 de Abril de 1896 por su sucesor el beato Cardenal Spinola , y una vez restaurado el templo se abrió solemnemente el 16 de Julio del citado año , dando culto a Nuestra Señora del Carmen , obra de de Duque Cornejo , procedente del exconvento Carmelita de San Alberto.
Estructura arquitectónica del Templo
La obras del templo se iniciaron en 1690 , según proyecto de la gran ambición que nunca se vería culminado .
Intervienen en su construcción lo famosos arquitectos de la saga de los Figueroa , especialmente Leonardo en quien se advierte su tendencia netamente barroca , haciendo prevalecer lo decorativo sobre lo propiamente constructivo.
En cuánto a la elaboración de sus retablos , en perfecta armonía con el estilo del templo, se encargaría el ensamblador José Fernando de Medinilla , según acuerdo de 1733.
Pertenece el templo al tipo de iglesias de columnas pareadas que a principios del siglo XVIII se levantan en Sevilla , siendo esta del Buen Suceso no sólo la más avanzada de todas ellas , sino también la primera .
El alzado se resuelve a base de seis robustos pilares de cuatro columnas sobre pedestales , con ménsulas de mármol rojo y negro de indudable belleza , y otro orden de pilastras o cimacios que nos recuerdan los “ dados brumelleschianos”, como en la catedral de Granada , a fin de obtener la máxima altura si alterar el clasicismo de sus diferentes elementos.
Las 24 columnas de pérfido, o mármol rojo de Morón fueron talladas por Pedro Roldán , padre e hijo , como si se tratarán de autenticas esculturas , de orden toscano y elegantísimo entasis .
El recinto sacro esta concebido en su conjunto con la idea barroca de crear una visión de ángulos contrapuestos y dar la sensación de un espacio mucho más amplio del que realmente existe. Para ello se recurre a inscribir una aparente planta de cruz latina , que tampoco lo es , con el coro alto corrido cual si cobijara naves laterales para romperse en el fingido crucero, sin perder un cierto estilo cortesano muy propio de las iglesias de Gómez de Mora.
La cubierta se resuelve a base de bóvedas vaídas con distintas soluciones , según los espacios a cubrir , desde el minúsculo “nártex” de la entrada al templo como si se tratara de una bóveda de cañón, con sus lunetos , hasta la del altar mayor que descansa sobre arcos de medio punto bajo los cuales se alojan discretas tribunas como prolongación del coro alto de los laterales .
El supuesto crucero se cubre con una elegante cúpula montada sobre tambor y rematada al exterior por un cupulín meramente ornamental.
En cuanto a la fachada principal , restaurada muy recientemente , es de ladrillo limpio ,tal vez inspirada en la iglesia matriz madrileña del Buen Suceso , situada primitivamente en la Puerta del Sol , y que no se llegó a terminar , faltándole el frontón , con hornacinas hoy ocupadas con las imágenes de la Virgen del Carmen , San José y San Elías , obras de Darío Fernández.
Decoración Pictórica
De la obra pictórica se encargó el maestro Domingo Martínez (1688-1749) , autor del retablo mayor y otros cuadros( algunos desaparecidos en el asalto al templo verificado el 11 de Mayo de 1931 ), y que figuraban como tema central en los retablos laterales .
El mas importante conjunto es el del altar mayor compuesto por 36 lienzos. Se trata del árbol genealógico completo de la humanidad de Cristo ,el Mesías prometido hecho realidad a través de los cuarenta patriarcas que le precedieron , partiendo de Abraham , pasando por David , de la rama de José y de la tribu de Judá , nacido en Belén según S. Mateo.
En el centro del mismo retablo está la figura en relieve del Padre Eterno que es la clave de la interpretación en su “ Sagrado Decreto “ . La serie concluye con la excelente pintura de San José , “ el esposo de Maria, del cual nació Jesús , el llamado Cristo”. (Mt 1,1-16). El pintor , aprovechando las cuarenta figuras de los patriarcas , incluida la misma de San José , nos muestra su dominio en el arte del retrato mediante toda una auténtica galería de actitudes y gestos psicológicos del rostro humano dignos de ser observados con particular detenimiento.
Y si en el altar mayor se conmemora el nacimiento de Jesús , los altares laterales responden a un proyecto icnográfico de la vida de la Virgen , desde su Inmaculada Concepción y su Presentación al templo hasta su gloriosa Asunción y coronación en los cielos , lienzos hoy sustituidos en gran parte por las esculturas de Martínez Montañés y Alonso Cano.
De la primitiva pintura decorativa del mural hoy no queda nada; sólo a la entrada se advierten restos de la original decoración . A la llegada de los Carmelitas se fue ornamentando según todo un estudiado programa iconográfico Carmelita : la vida de San Elías en la bóveda del primer tramo , la apoteosis del Carmelo en la gran cúpula con todos sus grandes santos , completada en sus muros tribunas y laterales . En el coro hay una escena sobre la bula sabatina mientras que a lo largo del templo y sobre su cornisa recorre una filatería ornamental con el canto del Flos Carmeli. Toda esta decoración pictórica fue realizada por el pintor carmonense Antonio Rodríguez Gutiérrez entre 1920-1936.
Esculturas.
Los retablos laterales son obra de José Fernando de Medinilla contratados en 1733 en uno de ellos habría de ir una Dolorosa . pintada por Domingo Martínez , y dos esculturas de una vara de alto de San Juan y la Magdalena , que sin duda son las que aún se conservan al pie del templo ,casi con toda seguridad del taller de Duque Cornejo y la colaboración de propio Domingo Martínez.
Pero las joyas de este templos son , sin duda alguna ,las esculturas de Martínez Montañés y su discípulo Alonso Cano , procedentes todas de San Alberto , se trata de la prodigiosa Santa Ana del maestro de Alcalá y de Santa Teresa y San Alberto de Sicilia , obras ambas del genio granadino ,realizadas para el citado templo de los carmelitas , hoy de los filipenses.
Alonso Cano dio muestra de su saber en el arte de la pintura , de la escultura y la arquitectura elaborando un hermoso retablo , hoy desaparecido , con Santa Teresa por centro , flanqueada por su escultura por dos lienzos sobre la vida de la santa doctora ; el San Alberto ,titular del templo para el que fue tallado , refleja una gran fuerza interior en su rostro y un gran realismo en el conjunto de la devota escultura.
Y la Santa Ana de Martínez Montañés , según contrato de 1632 , fue elaborada también con un gran realismo en actitud de presentar a la Virgen Niña al templo . El bellísimo rostro de Santa Ana de contenida dignidad , es idéntico al de la “ Cieguecita “ de la Catedral de Sevilla, nada más que con cuarenta años más .
Otras pequeñas esculturas de San José y San Francisco del siglo XVIII completan el retablo que es coronado con una pintura de Domingo Martínez sobre los desposorios de la Virgen que completaba al de la anunciación .
Frente a este mismo altar se haya el Santísimo Cristo del Desamparo , obra de Rafael Barbero , inspirado en el que fue quemado en 1931. Del primitivo altar se salvaron las dos esculturas antes reseñadas.
Dedicado a mi Abuela Maria del Señor Marrón Ceballos , gran devota de la Virgen del Carmen .
Antonio Pozo Indiano
Fotos para el recuerdo
San Alberto de Sicilia
San José
Nuestra Señora del Carmen , obra de de Duque Cornejo , procedente del exconvento Carmelita de San Alberto.
San Alberto de Sicilia
Nació en Trápani, Sicilia (Italia). Sus padres -Benito d degli Alberti y Juana Palizi- llevaban veintiséis años de estéril matrimonio. Fervorosos crisitanos, habían prometido a De muy niño ingresó en el Carmelo de Trápani con el propósito de servir a Dios y a
Era entonces la "edad de oro" del Carmelo, en la que el ideal eliano-mariano de
Desde que profesó en
La obediencia era en él pronta y alegre, la pobreza le distinguía entre todos por su total desprendimiento y la castidad fue su flor preferida y mejor guardada, por eso se le representa con un lirio y un crucifijo en la mano, o el niño Jesús en brazos.
Recibidas las sagradas órdenes, se difundió pronto su fama de religioso santo y de persuasivo orador.
Pasó algún tiempo en el convento de Messina, ciudad a la que libró del hambre causada por un asedio: algunas naves cargadas de víveres consiguieron llegar milagrosamente hasta los asedios.
Fervoroso predicador, recorrió la mayor parte de los pueblos de la isla.
Fue nombrado provincial de Sicilia por el 1296, cargo que desempeñó con una entrega total al servico de Dios y de las almas.
Cuando visitaba los conventos, no llevaba otra cosa que un poco de pan, el báculo y un cantarito de agua.
Fundó varios conventos y escribió algunos tratados, que no se han conservado.
Recibió del Señor la gracia de hacer milagros llegando a ser el gran apóstol de Sicilia.
Por eso su culto ha sido siempre muy extenso e intenso en toda
Acaeció su muerte en 1307 y al celebrar sus exequias se dice que voces misteriosas entonaron el "os justi" de la misa de confesores en vez de la misa de requiem.
Su culto fue confirmado por bula del papa Sixto IV en 1476.
Todos juntos por un Mundo Mejor y Más Justo.
Conde Yndiano de Ballabriga
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