Antonio Pozo Indiano
Se ha cumplido ya el primer centenario de la más
genuina y ejemplar de las fiestas de Andalucía . En 1847 unos buenos regidores
de Sevilla , los Sres. Ybarra y Bonaplata , fundaron la hoy famosa Feria de
Abril , sucedánea de la ganadera de
Mairena del Alcor , que en las evoluciones
del periodo secular , ha sabido consagrarse con universal renombre y prestigio . Sería
curioso evocar el panorama del naciente festejo , en su marco primitivo de
rusticidad , y aún seguir paso a paso su
deliciosa metamorfosis . Porque si bien es cierto que nadie hubiera pronosticado entonces
a la Feria
una repercusión ecuménica , como expresión suprema del espíritu de Sevilla , ya
latente en aquella época la causa honda , que ha contribuido de manera
substancial a su gloriosa jerarquía vigente . El embrujo de Sevilla no es
creación que se puntualice en ningún instante histórico preciso . Diríamos bien , que Sevilla ha estado siempre
embrujada y como envuelta en un halo inaprensible de magia seductora . Cada época pasada nos
trae , , en efecto una aportación definitiva
hispalense al acervo universal de lo hispánico o por lo menos un inicio
de gestación de algo extraordinario que a la postre estalla . concretándose en la
decisiva contribución .
Decir que entonces el tipismo hispalense no engendra un ciclo ,
deformado y tergiversado como se quiera , pero de la influencia
mundial de lo hispánico , sería negar los hechos literarios
y artísticos que
resplandecen por su clara
evidencia. Pero pese a las detracciones
, a las cómicas hermenéuticas de nuestro costumbrismo , a las exageradas
pinturas de nuestros tipos y expresiones
populares , hay que reconocer que Europa , durante aquellos años , contempla a
España únicamente por la lente sevillana
, y sufre en sus viajeros y escritores
la atracción irresistible de la Hispalis convertida en ciudad pintoresca . Desde
el nacimiento de la Feria en 1847
hasta la presente centuria , Sevilla , por la fuerza propia de su gracia
ejemplar y poética , ha sabido rehabilitar su tipismo
y hoy lo exhibe ante el mundo , en el horizonte macizo de elegancias y finuras de su ya
centenario festejo abrileño . El espíritu esencial supervive desde entonces a ahora. No
propensa a sucesivos atildamientos ,
pero ya llevaba inserta en su seno la razón intrínseca de un éxito perdurable . Y contentémonos con
evocar el presente .
Crestomatía
Conde Yndiano de Ballabriga
Francois –Antoine Bossuet
La
gran verdad de que Sevilla , con la exhibición de su vida íntima ,
representa el más seductor y alegre imán
atractivo de simpatía universal
para el prestigio de España .