María, “Arca de
la Nueva Alianza ”,
María la nueva “Tienda del Encuentro” donde acampó Dios en medio de los
hombres, María, Sagrario “ambulante” del Dios con nosotros, María primera
Custodia portadora del cuerpo de Cristo que llevo al “Dios Hombre” por los
caminos de Galilea hasta las montañas de Judea.
María
en la primera procesión del cuerpo de Cristo (“Corpus Christi”).
En
la Biblia
aparece un Dios enamorado del hombre, de su pueblo y en él de
toda la humanidad.
Dios
no lo oculta sino que se lo comunica con frecuencia a través de unos hombres,
los profetas, a quienes fue llamando para cumplir su misión.
Él
se lo comunica para que ellos se le comuniquen a su pueblo y le recuerden que
su Dios les ama apasionadamente a pesar de sus muchas infidelidades y
está dispuesto a hacer una nueva y definitiva Alianza con ellos.
Estos
hombres fueron los profetas y sobre todo Jeremías y Oseas que también
anunciaron un Matrimonio nuevo y definitivo de Dios con su pueblo, con
la humanidad.
Pero
cuando llego la plenitud de los tiempos, Dios llevado de su Amor
apasionado por el hombre quiso cumplir todas sus promesas y tener al mismo Hijo
de Dios en persona enviado por el Padre, quiso tener un encuentro con todos los
hombres.
No
ha habido ningún encuentro como este encuentro. El encuentro más
maravilloso, más original, más único, más incompresible y más
amoroso.
¿Y
dónde tuvo lugar este encuentro? En el vientre de María.
¿Cuándo?
En el momento en que María libremente dijo a Dios: “Hágase en Mí según tu
palabra”. En ese mismo instante el Hijo de Dios, sin dejar de ser Dios, se
hizo Hombre y acampó entre nosotros y de alguna manera como dice el Concilio
Vaticano II: “Se unió a todos y a cada uno de los hombres”.
¿Y
cómo se realizó este Encuentro y esa unión maravillosa? Por obra del
Espíritu Santo. Y en ese mismo momento María se convierte en “Arca de la Nueva Alianza ” y en
nueva “Tienda del Encuentro”. Y decimos nueva recordando aquella Tienda
del Encuentro y aquel lugar en donde Dios tenía con Moisés y su pueblo
Encuentro cuando acampaban en el desierto (Exodo 25-22).
Por
obra del Espíritu Santo María se convirtió en Madre del Dios-Niño que vivió
dentro de Ella como hijo durante nueve meses.
Así
Ella, María, fue “Sagrario del Dios con nosotros” y poco tiempo después María
se puso en camino para ayudar a su prima Isabel que iba a dar a luz a su hijo
recorriendo los caminos de Galilea hasta llegar a las montañas de Judea en donde
vivía Isabel convirtiéndose así María es la primera y maravillosa Custodia
portadora del Cuerpo de Cristo. (“Corpus Christi”)
María
participa como nadie en aquella primera procesión del Cuerpo de Cristo.
Aquella
primera procesión fue la más larga desde Nazaret a un pueblo de Judea y
también fue la procesión más silenciosa pues en ella no hubo anuncios,
ni toques de campanas, ni bandas de música.
Pero
cuando María portadora de Dios entró en la casa de Isabel; ésta, inspirada por
el Espíritu Santo se dio cuenta de Quien había entrado en su casa porque
el niño había saltado de alegría en su vientre y exclamó: “Bendita Tú entre
todas las mujeres porque has creído.”
María
no lo negó sino que exclamó llena de gozo alabando a Dios con el Magnificat: “El
Señor ha hecho en mí maravillas, gloria al Señor”.
María
Madre de Dios y Madre de todos los hombres, María “Arca de la Nueva Alianza ”,
María la nueva “Tienda del Encuentro” en donde acampó Dios en medio de los
hombres, María Sagrario ambulante “del Dios con nosotros”, María primera
Custodia portadora del Cuerpo de Cristo que llevó al Dios-Hombre por los
caminos de Galilea hasta las montañas de Judea, María en la primera procesión
del Cuerpo de Cristo “Corpus Christi”.
Publio Escudero Herrero
Crestomatía Conde
Yndiano de Ballabriga