La libertad bien vale un discurso, y hablar de sus vuelos es, sin lugar a dudas, una experiencia que la razón humana está deseando acometer a poco que la dejen. El anhelo de libertad es el mayor y más antiguo motor del ser humano. Cuando se cae en la argucia de llamar libertad a la sinrazón, creerse libres pasa a ser un simple disfraz.
Mulilleros, monosabios, alguacilillo o torilero, trabajadores que hacen posible la fiesta, que tenéis sabor eterno, que vivís y toreáis cada tarde el ancestral rito para hacerlo nuevo… sed libres, libres como un pájaro al viento.
Pintores y escultores, que revivís semidioses en bronce, gestas de caballeros, vestidos de luces en vivos colores, qué grandeza poseéis en vuestra alma de Goya, de Picasso representando la vida y el tiempo. Siempre libres. Libres como un pájaro al viento.
Y amanece un nuevo día. Y con el renace el toreo, que como el Dios Cronos tienes la capacidad de parar el tiempo, de burlar la muerte como si fuera un juego. De crear donde nada hay un mar de sueños: un trincherazo que inspire cuadros y esculturas, torear bailando, andar la vida de puntillas y mirar al futuro a pase de pecho. Comenzar desde el vacío sin tener nada y sin que salga de la boca una queja. Andar con respeto y mirar alrededor humilde amando al toro a pesar de sus cuernos. Vestir de oro porque el corazón es de oro. Pasar la vida con una verónica como limpiándose el rostro a la cruz del olvido. Son libres los dueños y serán libres. Rompeos las muñecas por la libertad; meted la barbilla en el pecho y con empaque, así ¡toreros! Plantad cara a quienes amordazan el arte y haced caer sin puntilla a la incultura sin sentimientos. Salid de la suerte airosos y libres. Libres como un pájaro al viento.
Tú toro de lidia. Totem mediterráneo. Tú zaino, listón o mulato. ¡Toro! sigue enamorado de la luna y libre. Libre en el campo bravo. Pasta en dehesas sin fronteras. Vino añejo que emborrachas nuestra fiesta de sentido y trascendencia. Toro que pones a todos en su sitio con tu embestida justiciera. A ti nadie te puede, nadie te engaña, porque a ti solo sobrevive quien vence a tu raza brava. Toro: metáfora de la vida. El alma sola en el ruedo y tú, silencioso y negro. Noble y sincero. A nadie engañas. Sigue viviendo toro ¡toro! ¡¡¡Y que los hombres demuestren su casta!!!
Es el toreo un arte que mezcla todas las artes. Es nada y, a la vez, es todo. Es cielo e infierno, luz y sombra, blanco y negro, un aviso o una puerta grande. Nada es tibio porque todo es mentira o es verdad, dulzura o sufrimiento. Sonrisa y llanto… gloria o sangre…que no nos quiten la libertad, que no hay mayor crueldad que quitarle al hombre-niño los sueños. Y ese niño nacido en Barcelona, si quiere ser torero, que le rece a Dios¡ Dios mío, que vuelvan los toros a mi plaza que me han robado los sueños descabellando la libertad que ha humillado y mira al suelo. Quiero ser libre. Libre como un pájaro al viento!
Nunca será suficiente,
Por esa libertad
Lo que el hombre entregue
Libertad bella,
Vida misma
Si fuere necesario hasta la sombra
La rabia la ira. Habrá que darlo todo
Si alguien mintiendo nos la quita.
Tú toro de lidia. Totem mediterráneo. Tú zaino, listón o mulato. ¡Toro! sigue enamorado de la luna y libre. Libre en el campo bravo. Pasta en dehesas sin fronteras. Vino añejo que emborrachas nuestra fiesta de sentido y trascendencia. Toro que pones a todos en su sitio con tu embestida justiciera. A ti nadie te puede, nadie te engaña, porque a ti solo sobrevive quien vence a tu raza brava. Toro: metáfora de la vida. El alma sola en el ruedo y tú, silencioso y negro. Noble y sincero. A nadie engañas. Sigue viviendo toro ¡toro! ¡¡¡Y que los hombres demuestren su casta!!!
Es el toreo un arte que mezcla todas las artes. Es nada y, a la vez, es todo. Es cielo e infierno, luz y sombra, blanco y negro, un aviso o una puerta grande. Nada es tibio porque todo es mentira o es verdad, dulzura o sufrimiento. Sonrisa y llanto… gloria o sangre…que no nos quiten la libertad, que no hay mayor crueldad que quitarle al hombre-niño los sueños. Y ese niño nacido en Barcelona, si quiere ser torero, que le rece a Dios¡ Dios mío, que vuelvan los toros a mi plaza que me han robado los sueños descabellando la libertad que ha humillado y mira al suelo. Quiero ser libre. Libre como un pájaro al viento!
Nunca será suficiente,
Por esa libertad
Lo que el hombre entregue
Libertad bella,
Vida misma
Si fuere necesario hasta la sombra
La rabia la ira. Habrá que darlo todo
Si alguien mintiendo nos la quita.
Paco Lama de Góngora.
Crestomatía del Conde Yndiano de Ballabriga.
Es el toreo un arte que mezcla todas las artes. Es nada y, a la vez, es todo.
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