Antonio Pozo Indiano
En la vida podemos
encontrar muchos bienes parciales y muchas verdades parciales. Es verdad por
ejemplo , que dos y dos son cuatro ; es verdad también que el sol da luz y
calor , y es verdad que la naturaleza , en general , se realiza dentro de cierto orden . Todas estas verdades lo son en la medida en la que reflejan aspectos particulares de la verdad
como entidad absoluta e
independiente de las estimaciones humanas .
Por ello no hay contradicciones
entre ellas.
Lo mismo ocurre con el bien ;
lo que realmente es bueno , es bueno
para todos .
La multiplicidad de bienes
perseguidos por el hombre son ,
en definitiva , aspectos , facetas particulares del bien absoluto . El bien se opone al mal , como la
verdad a la mentira , y la felicidad humana descansa siempre en la posesión de una y otra . Si algo es
bueno , no puede en modo alguno producir mal ; y si algo es verdadero , no
puede tampoco basarse en la mentira . Lo que ocurre cuando el bien y la verdad se afirman es que ,por esa misma razón , se esclarecen
sus limites ,dejando fuera lo malo y lo
falso que a ello pueda oponerse.
De este modo , el bien de un
ser humano , en la medida de su proximidad al bien absoluto , no puede producir mal alguno a los demás .Y , por la misma
razón . cuando en la conquista de la verdad
nos aproximamos a la verdad
absoluta , sus efectos han de ser cada vez más positivos .
En consecuencia , si bien es
cierto que en una primera
aproximación el orden social ha de procurar que
las libertades de una persona no amenacen las libertades de los demás ,
en evidente que la perfección de dicho orden a de ir más allá , y que sobre el límite
natural señalado por el deber de no dañar la libertad ajena y satisfecha esta exigencia , la regulación
de la libertad se ha de hacer positivamente
en el logro del bien común.
Respetar la libertad de los demás y subordinar nuestras libertades al bien común es, en diferencia , la máxima
norma reguladora del ejercicio de la
libertad dentro del orden social . Porque la libertad , a pesar de su arraigo
moral , en lo más hondo de la misma naturaleza humana , no agota el bien común. La libertad es un medio , no es un fin ,y si
el bien común es el fin más noble del
Estado , la necesidad de subordinar este medio
es evidente.
Veamos , por último los tres límites , o mejor dicho , los tres
valores complementarios que , cooperando
con este fundamental valor de la libertad
a realización del bien común , definen la situación del ser humano dentro del Estado , señalando
el cauce por donde ha de discurrir y acreditarse la nobleza de su ejercicio.
En primer lugar , la justicia como forma del bien común.
Significa esto que la
libertad del ser humano será paralela siempre a la realidad de un orden
justo . O , dicho de otro modos , el ser
humano es libre para ser justo y para luchar contra la injusticia : o , lo
que es lo mismo , no hay libertad para ser injustos o atacar la función judicial.
En segundo lugar , la libertad de los seres humanos
debe ordenarse a la conservación del Estado , como instrumento del bien
común de todos , es el solo medio de que
el ser humano dispone para alcanzar ese
bien común , mantenerlo y acrecentarlo .
No
puede defenderse la conducta de quienes
apelando a la libertad ,tratan de atacar
al Estado cuando éste , fiel a sus fines
, trata de mantener el orden necesario.
Es más ; positivamente, todo ser humano , ha de colaborar desde el lugar
en la sociedad ocupe, a la conservación de su propio Estado , sin olvidar nunca que el Estado no es un ente
abstracto ni un instrumento al
servicio de un grupo o clase
determinados , sino que el Estado , como forma superior de convivencia , comporta una serie de elementos ,entre los cuales los ser humano
,mismo , cualquier persona es pieza fundamental.
Por último ,
la libertad debe orientarse hacía el
logro de lo que pudiéramos considerar en
principio como misión nacional .
De la misma manera que
,dentro de la familia la libertad de sus
distintos componentes no debe de
atacar en ningún caso el fin de la misma , no sólo en
orden a la conservación de su forma integra . sino de su proyección
más allá del hogar , dentro de la gran familia
de quienes formamos nuestro País , no sólo debemos cooperar al mantenimiento del orden interior ,sino también a las
funciones de relación que , en el orden internacional , tiene el Estado como forma concreta del País en un momento determinado de la historia.
Esta misión nacional será tanto más
efectiva cuando mejor participen con el consentimiento o con su
aportación de todos los ciudadanos.
Como factor de convivencia ,
la libertad se encuentra entre la autoridad y la justicia , exigiéndolas . No podría
hablarse de libertad fuera de un
orden justo , pero sería imposible mantener un orden justo fuera de la autoridad .
La convivencia en cualquiera
de sus modos históricos es la fuerza de la vida humana . Dentro de
ella , los seres humanos pueden progresar
y su progreso ha de resultar
inseparable del bien común . Si el ser humano vive entre otros , su libertad no puede ser más que una libertad entre otros . Mejor dicho , entre las
libertades de los otros . Precisamente
por esa imperfección , de la que el ser
humano trata de escapar , es por
lo que son necesarios el orden
justo y la autoridad que lo mantenga y acreciente . Sin ellos la
libertad perdería sentido y condenaría al ser humano a la ,
inevitable lucha por la defensa de su
vida frente a la amenaza de los demás, su felicidad resultaría
imposible.
Es innegable esa experiencia
íntima de la libertad como posibilidad ,
pero no es menos cierto que semejante
experiencia , si ha de convertirse en realidad exterior , ha de ser elevándola al rango de facultad superior . Como tal la
libertad se transforma , de simple y
borrosa cualidad sentimental , en
realidad objetiva , y , apoyándose en ella , el ser humano podrá transitar
meritoriamente hacia si fin
Crestomatía Conde Yndiano de
Ballabriga
Mi abuelo siempre decía :
La sandia tiene un aporte de licopeno. El licopeno es un
antioxidante muy potente que protege de muchas enfermedades. Las semillas
de la sandía son comestibles y proporcionan un gran aporte de vitamina C.
El mayor aporte de antioxidante que contiene la sandía proviene
de los carotenoides, que son el beta-caroteno, y sobretodo
del licopeno.
Si acompañamos el consumo
de sandía con nueces o queso, que contienen grasas, ayudaremos al organismo a
absorber mejor los carotenoides que contiene la sandia.
La sandia también contiene aminoácidos esenciales tales
como la citrulina, que en el cuerpo se convierte en arginina la
encargada del buen funcionamiento de los vasos sanguíneos del organismo. El
consumo diario de zumo de sandía aumenta los niveles de arginina en el cuerpo
protegiendo el sistema cardiovascular y el sistema inmunológico del organismo.
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