Antonio Pozo Indiano
El cumplimiento de los pactos o convenios entre las personas
particulares o entre grupos
ha de subordinase al bien común. No puede contratarse nada , ni reconocerse
públicamente acuerdo alguno , cuando lo
convenido o acordado resulte perjudicial al bien común. Es decir ,
que sobre el bien particular de las personas que pactan está el bien general- el bien
común – de la sociedad, formada por dichas personas.
Todo contrato se ha de subordinar jurídicamente , de tal modo que las
consecuencias derivadas de su
cumplimiento no puedan afectar a la Justicia Social .
Y esto porque a poco
que se piense , los mismos interesados
en el pacto particular tienen
también interés en que el bien
común se sirva ,pues si este se
malograse, se malograría también en el interés particular de cada uno . Así por
ejemplo , la conservación de los alimentos en buen estado , pese al calor , es
algo que interesa mucho a los comerciantes
y forma parte de su actividad profesional. Pero no cabría que un químico
consiguiese esto por medio de sustancias
perjudiciales para la salud de
quienes ingiriesen los alimentos conservados. Es decir , que , aun cuando el
pacto a establecer entre los comerciantes y el químico
descubridor de tal procedimiento fuera conveniente para ambos , dicho pacto no
podría prosperar , y resultaría nulo , desapareciendo , por tanto , ante el
bien común
, que prohíbe en este caso el empleo de sustancias nocivas para la
salud . Conclusión ésta en la que
estaría interesado el propio químico y
los comerciantes , pues al ser también
ellos consumidores de alimentos ,
necesitan tener la seguridad de que lo que tomen no les pueda resultar nocivo.
Esto en cuanto a los casos de divergencia y contraposición entre el interés privado y el bien común , en
los que naturalmente , como hemos visto
en el ejemplo anterior , debe
prevalecer el último pues ,en general ,
lo que en verdad interesa al bien común
es el cumplimiento de los pactos.
Cumplir un pacto es tanto como ajustar dos piezas .
Imaginemos el desconcierto que se
organizaría si de repente, entre las dos
ruedas que transmiten un determinado
movimiento , se produjese una holgura
excesiva entre sus piñones… Pues
el mismo desconcierto Social se
produciría si el pacto , en lugar de
cumplirse , se infligiera habitualmente . Nadie
podría confiar en los demás si la
conciencia del deber , que ha de presidir el cumplimiento de lo convenido , desapareciese; si , por
ejemplo , el vendedor esperase en
vano a que el comprador cumpliese su promesa
de pagarle el precio estipulado ; si al ciclista que , conforme a las reglas de un certamen ,
habiendo ganado la carrera , no le dieran luego el premio prometido . Las
relaciones humanas desaparecerían , la sociedad quedaría disuelta y automáticamente el ser humano retrocedería a la
Ley de la
Selva , pues acuciados
por sus necesidades y
regidos más por el temor que por el amor , movidos más por la fuerza
que por la razón , la vida acabaría por extinguirse.
Sin duda que el cumplimiento de los pactos y su subordinación al bien común
exige a los humanos un esfuerzo ; pero es evidente también que lo humano
en tanto humano implica esfuerzo ,
virtud .
Todo en la vida cuesta , y cuando mejor , más . Ganar
honradamente más dinero ,conseguir la
celeridad en la ciencia , en el
arte o simplemente en el deporte ,
supone , junto al legítimo deseo , la
cuenta del inevitable esfuerzo . Una de
las virtudes individuales de mayor trascendencia y estimación en lo social es la Lealtad y
el reconocimiento de las necesidades de los demás . Cumplir un pacto y subordinarlo al bien común es tanto como servir . Y para servir , servir
.
Mi abuelo siempre nos decía :
El consumo de Chirimoyas es muy beneficioso para
nuestra Salud.
Tiene efecto saciante y regulador del nivel de glucosa en sangre, ya que la fibra que posee, ejerce influencia intestinal y dilata en el tiempo la asimilación de los azúcares. Por ello si tomamos chirimoyas, tardaremos más tiempo en sentir hambre.
También su contenido en fibra le confiere propiedades laxantes.
Al ser pobre en grasas y tener una fibra con un efecto intestinal muy beneficioso (arrastra el colesterol malo y absorbe al mismo tiempo ácidos biliares y regula la flora intestinal), reduce los niveles de colesterol.
En pediatría tiene aplicaciones dietéticas (en forma de purés o zumos) debido a su contenido en minerales (calcio, fósforo, hierro), vitaminas (grupo B , C, A), proteínas y azúcares. Por ello es muy aconsejable en niños en época de crecimiento o en caso de enfermedades crónicas.
Por su contenido en vitamina C facilita la curación de numerosas enfermedades reumáticas, artríticas, digestivas (enteritis y gastritis), además de ejercer acción antioxidante y ser muy útil para combatir resfriados. Esta vitamina, a su vez, interviene en la formación de colágeno, huesos, dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción de hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones.
Al ser esta fruta fuente de vitamina A y C tiene efecto antioxidante, importante aliado en el mantenimiento de juventud y belleza.
Paradójicamente, la chirimoya es recomendable también en dietas de adelgazamiento, pues tiene un efecto saciante y regulador del nivel de glucosa en sangre por la fibra que posee, la cual ejerce influencia como laxante intestinal a la vez que dilata en el tiempo la asimilación de los azúcares. No obstante, en estos casos es aconsejable tomar frutas de pequeño tamaño.
Por su bajo aporte en sodio, riqueza en potasio y poca grasa es aconsejable para personas con hipertensión arterial o alteraciones cardiacas o de vasos sanguíneos.
Al ser fuente de potasio deben tener cuidado las personas con insuficiencia renal, pero por otro lado, será beneficioso para los que tomen diuréticos que eliminen potasio.
Además, este mineral es necesario para la trasmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal. Interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
Los elementos minerales que contiene, la hacen de gran utilidad para coadyuvar en los procesos de recuperación de un sinnúmero de dolencias. Así, aporta hierro, por lo que es adecuada para personas con anemia; calcio, el cual es de ayuda para personas con descalcificación u osteoporosis y fósforo, que contribuye a reforzar la memoria de estudiantes y ancianos.
Posee acción tónica impidiendo así decaimiento y la fatiga, evitando depresiones.
A esta fruta se le atribuye también una acción equilibradora del sistema nervioso, por lo que constituiría un excelente ansiolítico y tranquilizante, muy adecuado para el tratamiento de personas compulsivas.
Por último, cabe destacar que algunos productos extraídos de las semillas de la chirimoya han sido aplicados con éxito en investigaciones para el tratamiento de piojos, disentería, cefalalgias (dolores de cabeza), gota y cálculos.
Palabras melosas, siempre engañosas.
De lo que no veas , ni la mitad te creas.
Cada cosa es madre de muchas otras
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