LA LUZ DE BALLABRIGA.

LA LUZ DE  BALLABRIGA.
Antonio; Conde Yndiano de Ballabriga

domingo, 6 de diciembre de 2015

La igualdad de todos los españoles en la vida nacional.







Antonio Pozo Indiano

Si la igualdad de la personas ante la ley  es postulado fundamental de toda justicia , la igualdad de los españoles en la vida nacional  viene exigida  por la misma justicia  y afirmada necesariamente  por todo programa de convivencia.

El orden justo , lugar común  de toda convivencia pacífica , es la labor conjunta  de gobernantes y gobernados . Sin él , cualquier empresa política carecería de sentido.

La promoción y defensa del orden justo está en la médula de la acción  política del Estado ; pero la exigencia  de la justicia social  implica el deber de cooperar a su satisfacción .

Los cauces están perfectamente  determinados . Los órganos de representación  de la instituciones naturales , familia , sindicato o asociación profesional- están abiertos para todos. Y lo mismo puede cooperarse  sirviendo fielmente la vocación política que exigiendo o criticando razonablemente.



LA DIFERENCIA DE FUNCIONES

Hablar de la sociedad y del deber de cooperar puede a veces parecer algo abstracto , como si la sociedad estuviese “ en el aire “ y los deberes  se albergaran  entre la letra de un aburrido  trabajo de Moral.  Pero la comunidad nacional que llamamos España  tiene una realidad tan viva  y concreta  como nosotros mismos .  Somos nosotros quienes la formamos.

La perfección de la comunidad  nacional como sociedad organizada  será  tanto mayor  cuánto más concretos  y diversificados  sean sus servicios  y funciones que sus miembros desempeñen.
Igual en la gestión política  directa que en la administrativa , o en la simplemente  profesional o privada . Y dentro  de cada gestión , en diversas especies de funciones.

Las necesidades en todos los órdenes  son numerosas . Bienes materiales , sociales y culturales que promover , producir y administrar.

Todos los órganos e instituciones  del Estado desempeñan funciones propias.

Pero también la sociedad  y las personas particulares , con independencia  de sus posibilidades representativas , han de desempeñar  funciones ordenadas a la perfección  de la comunidad nacional , pues la promoción  de toda clase de bienes  les pertenece , naturalmente . El aumento de la riqueza , las realizaciones sociales  y la evaluación cultural  son funciones en las que el Estado  sólo puede intervenir subsidiariamente. Y ha de ser en torno a las empresas y a la agrupaciones sociales menores como se han de articular dichas funciones.



INTERÉS POR LOS PROBLEMAS GENERALES

No puede interesarse por el bien de todo quién no se sienta , por encima  de cualquier eventualidad o resultado , miembro del conjunto. Para la solidaridad reza el dicho de que “ Hay que estar a las verdes y a las maduras “. Lo contrario es egoísmo.
Participar en la vida  y los bienes de la comunidad  como exigencia social jurídicamente  reconocida supone , solidariamente  cuando menos , interés por los problemas generales.

Como problemas generales , nos afectan ;  y si nos afectan , forzosamente , poco o mucho , nos han de interesar . La falta de interés , la indiferencia  por los problemas comunes , sobre poner al desnudo el defecto  de la insolidaridad , es causa de retraso  en todos los órdenes.

Por último , no se puede olvidar que , a medida  que la conciencia social progresa , el aislamiento se hace cada vez más difícil . El interés propio  y el general y colectivo se encuentran íntimamente enlazados.

En la gran empresa de la Convivencia nacional no puede dejar de  haber

Intereses comunes.


Para la solidaridad reza el dicho de que “ Hay que estar a las verdes y a las maduras “. Lo contrario es egoísmo.

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