Antonio Pozo Indiano
Consideremos , en primer
lugar, en el orden de lo inmediato
nuestra situación de escolares. Estamos en una escuela, porque , viendo la necesidad de aprender , consentimos
con esta necesidad y hemos puesto o
aceptado una serie de medios que
concurren para satisfacerla.
Todo ello ha creado , como se
sabe , una situación social nueva y
distinta de la que la familia o el juego representan . No , estamos igual
en casa o jugando que en la escuela .
Nuestros propios hermanos o compañeros , sin dejar de ser los mismos ,cambian – y nosotros
también – cuando , sentados en la clase , atendemos las explicaciones del profesor . Parece como si hasta pensáramos de otra manera.
Constituimos un grupo social
, justificado por la necesidad de aprender
y por el orden más adecuado para la consecución de este fin .
Evidentemente, este orden implica una autoridad
. Y si en la familia la autoridad
esta desempeñada por los padres , en el colegio , en la escuela, en el
instituto , la autoridad se encarna en
una persona determinada ; en el maestro
o profesor.
La misma palabra maestro
significa , precisamente , jefe o director. El maestro tiene así
una primordial función rectora -
directora – en el orden de la enseñanza
, de la educación.
El maestro puede enseñar
y dirigir ,porque tiene autoridad
. Acaso sea el maestro una de las más altas encarnaciones humanas de la
autoridad .Enseñar no es solo satisfacer un ansia natural de saber que las personas tienen.
Enseñar es satisfacer una exigencia
de la justicia social .
La autoridad del maestro
responde a unos títulos . El maestro enseña una ciencia , un arte o un oficio ,
porque se ha preparado especialmente
para ello.
Domina su disciplina y sabe
enseñar . Pero además , la autoridad del maestro es una autoridad delegada de los padres y por
la sociedad.
El maestro merece todo
nuestro respeto y admiración . Recordar a nuestros maestros y rendirles honor revela el profundo papel que ellos han desempeñado en nuestras vidas . Los maestros estarán siempre en nosotros, aun cuando no nos demos
cuenta , con una constancia y una fuerza tan grandes como la que la misma
sangre nos pueda prestar.
La otra situación social , en
la que todas las personas se encuentran
: la sociedad en su más amplio sentido ,
es decir, la sociedad formada por las
personas , las familias y los grupos más
diversos.
En la sociedad , cualquiera
que sea el número de individuos o el ámbito de su extensión , en la sociedad
política . Y en esta sociedad que
vivimos , como todas , requiere un orden y una autoridad.
La encarnación de la
autoridad política es el Gobierno de la Nación .
El gobierno es
esencialmente la acción por la cual la autoridad política impone una línea de conducta . El
Gobierno resulta ser así la más alta expresión de la autoridad social.
Su misión principal es ordenar ;pero después de lo
dicho , fácilmente se entiende que esas órdenes
no pueden ser arbitrarias ni
caprichosas , sino que han de dirigirse
, como sabemos , hacía la consecución del bien común.
Naturalmente , el campo propio de esas órdenes ha de extenderse a todas aquellas materias que integran el bien común. Por eso , el
Gobierno tiene la facultad de establecer
normas obligatorias , dictando leyes
para ordenar a los súbditos hacía
la consecución de bien común . Esta
facultad es denominada y reconocida
como poder ,potestad o función legislativa.
Pero de nada serviría dictar las leyes si el Gobierno no tuviera también la
potestad de velar por el cumplimiento de
las mismas , obligando a su observación
. Por eso a todo Gobierno se le atribuye
el llamado poder , potestad o función ejecutiva .
Finalmente , es una exigencia
de la propia autoridad política el establecimiento del orden justo , dirimiendo las cuestiones litigiosas en una suprema aspiración de justicia . Esta facultad se
establece a través de la función
judicial .
Se deduce de todo lo expuesto
el supremo valor y necesidad de la autoridad política ejercida por todo
Gobierno , y , en consecuencia , el correspondiente respeto y cooperación activa , que en la medida de sus
posibilidades y situación social le
deben todos los ciudadanos.
Crestomatía Antonio Pozo
Indiano