LA LUZ DE BALLABRIGA.

LA LUZ DE  BALLABRIGA.
Antonio; Conde Yndiano de Ballabriga

domingo, 8 de marzo de 2015

El individualismo político da malos resultados.







Antonio Pozo Indiano

La autoridad como coordinadora de los miembros  de la sociedad : el capitán del equipo , el jefe de la empresa.

La autoridad , al lado de su esencial  función rectora  y de justicia , y como complemento de ella , debe tener una función  coordinadora ; es decir , la función de organizar e integrar el esfuerzo  común del grupo  o miembros de la sociedad , para que actúen  en forma solidaria  y cooperen  en la consecución  de los objetivos comunes , y para que , en último término , pueda realizarse el bien común.

Volvamos al ejemplo del equipo deportivo . Tanto da , por supuesto , que se trate de fútbol , el ciclismo el hockey etc. Va a comenzar la prueba , y lo primero que vemos  es que un jugador  de cada equipo se destaca de los demás  y saluda al contrario  en presencia del arbitro . Dicho jugador-ya se sabe – es el capitán . Sabemos que su misión no es simplemente  representar a su equipo  y decidir con el equipo contrario  sobre determinadas circunstancias  dentro de las reglas del juego . El capitán del equipo  es , fundamentalmente , la encarnación de la autoridad coordinadora.

Y no sólo en los equipos deportivos . Cualquier grupo social se caracteriza , como es sabido , por cierta organización .

Sin organización  no podría hablarse ni de equipo  ni de sociedad . La organización  es , la cualidad fundamental del vivir , de todo aquello  que activamente persigue un fin.

Pues bien , para que la organización exista  hace falta algo  que coordine la acción  y las voluntades  de los miembros que  forman el grupo , que defina y relacione las funciones  de cada uno y disponga su actuación en cada momento , a fin de que armónicamente  se integren  en un esfuerzo  y en una finalidad común . ¿Qué ocurriría  si cada jugador  pretendiese  llevarse el balón  sin contar con sus compañeros? . Pues lo más probable  es que no se consiguiera nada. Todos sabemos que el individualismo  en la competiciones deportivas  da siempre malos resultados.


Lo que ocurre en el deporte  no es ni más ni menos  que un caso particular  de un hecho general . Misión ineludible  de la autoridad  es mantener la integración entre los miembros del grupo.
Quizá  donde esto aparezca  más claro  sea en las empresas laborales . Toda empresa viene a ser , en el sentido apuntado  un equipo organizado para la creación de riqueza . Es la forma natural de cooperación humana , en orden a la producción  y al intercambio de bienes económicos.

En toda empresa hay , antes que nada , hombres que trabajan . No todos trabajan igual , o de la misma manera . Su peculiar intervención en los diferentes tiempos  del proceso industrial  acredita  una especialización determinada . Se comprende  que  esta diversificación  laboral ha de observar  un orden y acoplamiento.
Pero no sólo en es este aspecto   el que hay que coordinar . En toda empresa  laboral existen , junto al trabajo , otros dos elementos: El capital , representado  principalmente por la maquinaria  y medios que las personas manejan , y las materias  sobre las cuales  que actúan éstas con su trabajo . De modo que  la coordinación  ha de alcanzar a los tres factores : naturaleza , capital y trabajo . Su desarmonía  provocaría inmediatamente  una disminución  en el resultado de una empresa . Es necesario mantener un orden , y aquí , como en el juego , no basta con aceptar las reglas.

Reconocido el valor de la autoridad coordinadora  y su necesidad , es lógico que esta autoridad ha de ser personal. Pues bien , al frente de la empresa , organizando y coordinando la acción  de todos los elementos , tanto en el aspecto económico como en el social , está el jefe de la misma ,el empresario.
La autoridad  del empresario , como especie particular de toda autoridad  no puede , naturalmente, ser abusiva.
Como comunidad  humana  que la empresa fundamentalmente es , la autoridad del empresario ha de concebirse  rectamente, como una función  al servicio del bien común . Al tener una triple misión que ejercer , técnica , económica  y social , el jefe de la empresa  debe estar formado , capacitado , para el ejercicio responsable  de estas funciones , y , como en cualquier  otro orden de la autoridad , la creación  o la fortuna  no puede justificar por sí solas la ascensión a un puesto  de mando en la Jerarquía del Trabajo.    

Crestomatía : Antonio Pozo Indiano



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