Antonio Pozo Indiano
Los
que han tenido ocasión de verla jamás olvidarán su enigmática sonrisa. Ni
tampoco su mirada, que parece seguir al espectador a donde quiera que vaya.
La Mona Lisa, la Gioconda, una de las obras maestras
de Leonardo, recibe cada año en el Louvre, en París, millones de
visitas de curiosos, amantes del arte y especialistas de todo el mundo. Y
también de investigadores de las más variadas disciplinas. Pocos cuadros en la
historia han recibido, en efecto, tanta atención por parte de los científicos.
Y sin
embargo, se trata de una obra inconclusa, jamás terminada por su
genial autor. ¿Por qué? Se sabe que, al final de su carrera, Leonardo vio muy
mermada su habilidad para usar su mano derecha. Hasta ahora se pensaba que la
causa pudo ser un derrame cerebral, pero una nueva investigación llevada a cabo
por dos especialistas italianos sugiere que su incapacidad se debió más bien
a un daño en los nervios de la propia mano, causado probablemente por
una caída.
En un
artículo recién publicado en el Journal of Royal Society of Medicine, Davide Lazzeri y Carlo Rossi, doctores en los hospitales
Villa Salaria, en Roma, y Pontedera, argumentan que la parálisis de la mano de
Leonardo pudo deberse a un daño traumático en los nervios que se produjo
después de que el artista se desmayara. Sus conclusiones se basan,
principalmente, en el análisis de un retrato de Leonardo del siglo XVI.
Este
es el retrato de Leonardo que ha permitido a los investigadores concluir que no
sufrió un derrame cerebral - Museo de Galerías de la
Academia, Venecia
Ambidextro
Se
sabe que Leonardo era zurdo, pero estudios anteriores, entre los que se incluye un nuevo análisis de su
escritura, han sugerido que el artista era, también, perfectamente capaz de
utilizar la mano derecha. Es decir, que era ambidextro. Y aunque la
mayor parte de sus textos y dibujos fueron hechos con la izquierda, muchas
evidencia sugieren que, a la hora de pintar, prefería con mucho utilizar la
mano derecha.
El
retrato en el que se basa el nuevo análisis (que aparece encabezando este
texto) fue dibujado en tiza roja en algún momento del siglo XVI por el artista
italiano Giovanni Ambrogio Figino, y representa a un Leonardo ya
muy entrado en años. En el dibujo, el brazo derecho del polimata está envuelto
por una tela que podría ser una venda, y su mano derecha, según escriben los
autores en su estudio, está "suspendida en una posición rígida y contraida".
Es decir, que sus dedos aparecen ligeramente doblados hacia dentro.
Según
los investigadores, esa mano dibujada en el retrato no se corresponde con la
"mano apretada" que es típica en los pacientes con contracciones
musculares causadas por un accidente cerebrovascular. Más bien, argumenta
Davide Lazzeri, que es es especialista en cirugía plástica reconstructiva y
estética, "la imagen sugiere un diagnóstico alternativo, como la parálisis
cubital, conocida vulgarmente como mano en garra".
Doblados como una garra
La parálisis cubital obliga a que los dedos
de quien la sufre se doblen como la garra de un animal. Algo que sucede como
consecuencia de un daño en el nervio cubital, que se extiende desde el cuello
hasta los dedos y permite el movimiento de la parte inferior del brazo y de la
mano.
En su
estudio, Lazzeri y Rossi, cuya especialidad es la neurología, sugieren que la
parálisis que muestra la mano de Leonadro pudo deberse a un trauma, como un
desmayo o una caída. Y lo que es más, dado que Leonardo no
experimentó al mismo tiempo ningún deterioro cognitivo ni algún otro problema
de movimiento, los autores descartan como causa probable el derrame
cerebral. Según Lazzeri, "la parálisis cubital puede ser la explicación de
por qué Leonardo dejó numerosos cuadros incompletos, entre ellos la
Mona Lisa, durante los últimos cinco años de su carrera como pintor, aunque
sí que siguió dibujando y trabajando".
DIARIO ABC 6-5-2019
HEMEROTECA DEL CONDE YNDIANO DE BALLABRIGA
La importancia para nuestra Salud del aporte de la
CHIRIMOYA
Es una fruta de fácil
digestión lo que la hace muy aconsejable en personas débiles,
convalecientes, ancianos, en dispepsias y muy especialmente en niños y
embarazadas.
Tiene efecto
saciante y regulador del nivel de glucosa en sangre, ya que la fibra que
posee, ejerce influencia intestinal y dilata en el tiempo la asimilación de los
azúcares. Por ello si tomamos chirimoyas, tardaremos más tiempo en sentir
hambre.
También su contenido en fibra le confiere propiedades laxantes.
También su contenido en fibra le confiere propiedades laxantes.
Al ser pobre en grasas y
tener una fibra con un efecto intestinal muy beneficioso (arrastra el
colesterol malo y absorbe al mismo tiempo ácidos biliares y regula la flora
intestinal), reduce los niveles de colesterol.
En pediatría tiene aplicaciones dietéticas (en forma de purés o zumos) debido a su contenido en minerales (calcio, fósforo, hierro), vitaminas (grupo B , C, A), proteínas y azúcares. Por ello es muy aconsejable en niños en época de crecimiento o en caso de enfermedades crónicas.
En pediatría tiene aplicaciones dietéticas (en forma de purés o zumos) debido a su contenido en minerales (calcio, fósforo, hierro), vitaminas (grupo B , C, A), proteínas y azúcares. Por ello es muy aconsejable en niños en época de crecimiento o en caso de enfermedades crónicas.
Por su contenido en vitamina C facilita la curación de numerosas enfermedades reumáticas, artríticas, digestivas (enteritis y gastritis), además de ejercer acción antioxidante y ser muy útil para combatir resfriados. Esta vitamina, a su vez, interviene en la formación de colágeno, huesos, dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción de hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones.
Al ser esta fruta fuente de vitamina A y C tiene efecto antioxidante, importante aliado en el mantenimiento de juventud y belleza.
Paradójicamente, la
chirimoya es recomendable también en dietas de adelgazamiento, pues tiene
un efecto saciante y regulador del nivel de glucosa en sangre por
la fibra que posee, la cual ejerce influencia como laxante intestinal a la vez
que dilata en el tiempo la asimilación de los azúcares. No obstante, en estos
casos es aconsejable tomar frutas de pequeño tamaño.
Por su bajo aporte en sodio, riqueza en potasio y poca grasa es aconsejable para personas con hipertensión arterial o alteraciones cardiacas o de vasos sanguíneos.
Al ser fuente de potasio deben tener cuidado las personas con insuficiencia renal, pero por otro lado, será beneficioso para los que tomen diuréticos que eliminen potasio.
Además, este mineral es necesario para la trasmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal. Interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula
Los elementos minerales que
contiene, la hacen de gran utilidad para coadyuvar en los procesos de
recuperación de un sinnúmero de dolencias. Así, aporta hierro, por
lo que es adecuada para personas con anemia;calcio, el cual es de ayuda
para personas con descalcificación u osteoporosis y fósforo, que
contribuye a reforzar la memoria de estudiantes y ancianos.
Posee acción tónica impidiendo así decaimiento y la fatiga, evitando depresiones.
Posee acción tónica impidiendo así decaimiento y la fatiga, evitando depresiones.
A esta fruta se le atribuye también una acción equilibradora del sistema nervioso, por lo que constituiría un excelente ansiolítico y tranquilizante, muy adecuado para el tratamiento de personas compulsivas.
Por último,
cabe destacar que algunos productos extraídos de las semillas de la chirimoya
han sido aplicados con éxito en investigaciones para el tratamiento de piojos,
disentería, cefalalgias (dolores de cabeza), gota y cálculos.
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