Este articulo se publico el 5 de Octubre 2019 , por el
Diario EL PAIS en España.
El mundo tiene que
prepararse para la próxima gran pandemia letal
Un comité de expertos entrega a la ONU
un análisis sobre el riesgo de una emergencia sanitaria global y qué hay que
hacer para prevenirla. ¿La mayor amenaza? Una gripe masiva y mortal
Si un brote de un nuevo y agresivo
tipo de gripe estallara mañana, el mundo no tendría herramientas para evitar la
devastación. Morirían entre 50 y 80 millones de personas y liquidaría el 5% de
la economía global. No contamos con las estructuras suficientes para hacer
frente a la próxima pandemia letal. Esta es la cruda realidad sobre la que
alerta un grupo de expertos de la OMS y el Banco Mundial, reunidos en una junta
recién creada y llamada The Global Preparedness Monitoring Board (GPMB), a los
que la ONU encargó una evaluación tras la última epidemia de ébola en África
subsahariana, con el objetivo de aprender de los errores del pasado.
Los especialistas han analizado las infraestructuras, el
dinero disponible para
emergencias, el número de profesionales capacitados para
solucionarlas y los mecanismos de coordinación entre países. Según las
conclusiones de su primer Informe anual sobre Preparación Mundial de Emergencias
Sanitarias, "el espectro de una urgencia sanitaria
global se vislumbra en el horizonte". "Sería genial decir que estamos
preparados para lo que puede venir, pero no es así. Tenemos que hacer una serie
de cambios y vamos a controlar que se lleven a cabo", explica la
supervisora de este análisis, Harlem Brundtland, que fue primera ministra de Noruega (1981, 1986-1989 y
1990-1996) y directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre 1998 y 2003. El documentó se presentó en Nueva
York la última semana de septiembre coincidiendo con la cumbre de la ONU de
cobertura sanitaria global.
La junta que ha elaborado este informe
está compuesta por 15 miembros entre los que hay técnicos, políticos y altos
representantes de diferentes organismos, como la Fundación Gates, Wellcome
Trust o Unicef. "Durante mucho tiempo hemos permitido que se suceda un
ciclo de pánico y abandono: prodigamos los esfuerzos cuando surge una amenaza
grave y nos olvidamos rápidamente cuando remite", reza el documento entregado
a la ONU. ¿Qué hay que cambiar? "El escollo principal es la financiación.
Sigue sin invertirse lo suficiente, aun siendo lo más inteligente desde el
punto de vista económico. Por cada dólar invertido en vigilancia, ahorras 10 en
servicios médicos", apunta Elhadj As Sy, secretario general de Cruz y
Media Luna Roja, y otro de los responsables del estudio. Los expertos señalan
acciones muy concretas que adoptar por parte de los países más ricos, como por
ejemplo destinar cantidades significativas a fondos destinados a la salud
global, el Fondo Mundial de lucha contra la malaria, el sida y la tuberculosis,
la alianza Gavi (destinada a promover la vacunación), y la Asociación
Internacional de Fomento, que ofrece préstamos asequibles a países en
desarrollo. España, por ejemplo, acaba de
anunciar que volverá a aportar dinero al Fondo Mundial después de ocho años.
Otra de las recomendaciones del informe
comienza con la preocupante advertencia de que "hay que prepararse para lo
peor". Esto quiere decir que nadie es ajeno a las consecuencias más
nefastas. "Europa y Norteamérica se sienten muy a salvo, pero hay que explicar
a la gente que, en un mundo interdependiente, cualquier brote puede afectar,
como mínimo, a los países vecinos. Creo que todavía no somos conscientes de lo
conectado que está este planeta a través del transporte aéreo. En cuestión de
horas puedes haber llevado cualquier enfermedad de un lado del globo a
otro", recalca Brundtland. "Si queremos empezar a prepararnos ya, hay
que instalar laboratorios en zonas en riesgo, preparar personal cualificado
como epidemiólogos e informar a la población para que ellos mismos sean los
primeros que den la voz de alarma. Pero no estoy diciendo nada nuevo: 189
Gobiernos ya se comprometieron en la cumbre de
Abuya de 2000 a destinar el
15% de su presupuesto a mejorar la sanidad y no lo han hecho", apunta As
Sy. "Yo era directora general de la OMS durante esa cumbre, recuerdo el
entusiasmo cuando se llegó a ese acuerdo, y comprobar 20 años después que
estamos tan lejos de ese objetivo...", se lamenta su compañera.
Un
ejemplo actual lleva al terreno de todo lo que dice este análisis sobre el
papel. David Gressly, quien coordina la
respuesta de la ONU al último brote de ébola en República Democrática del Congo
(RDC), explica que uno de los ejes en los
que ya están trabajando, incluso antes de que la epidemia finalice, es el
después. "Este brote ha estallado porque la vigilancia no ha sido buena,
y la respuesta se retrasó mucho. Nos hemos dado cuenta de que el enfoque
clásico ya no funciona realmente. Y si no previenes bien, la respuesta después
es más costosa", señala.
El
experto defiende con datos la necesidad de actuar de un modo
diferente: "Esta es la décima epidemia en RDC desde 1976. Las últimas
cuatro se han producido en los últimos cinco años. Los brotes no solo estallan
cada menos tiempo, sino que además son más complejos porque la población se
aglutina cada vez más en grandes ciudades". ONU Hábitat estima que para
2050, el 70% de la población mundial será urbana. Este proceso ya es visible.
Muchas ciudades, especialmente en países menos desarrollados, crecen sin
control y, por tanto, sin una previsión de servicios, incluidos los sanitarios
y asistenciales. Una característica que en el futuro dificultará, y mucho,
anticipar la transmisión de una enfermedad.
Los
expertos de este informe se han comprometido a analizar dentro de un año qué se
ha hecho y qué no. Aseguran que ya están trabajando en recopilar el suficiente
número de datos para señalar quién está obviando las amenazas y quién toma
medidas.
COMPROMISOS
PARA PREVENIR UNA EPIDEMIA MASIVA
Estos son algunos
de los objetivos concretos que determinan los autores del informe sobre
preparación mundial para emergencias sanitarias:
- Elaborar
un plan de seguridad sanitaria, determinar los recursos y nombrar a un
coordinador de alto nivel para aplicar estas medidas.
- La
OMS y el Banco Mundial, en colaboración con los países, tienen que
elaborar y aplicar intervenciones prioritarias que puedan financiarse en
los ciclos presupuestarios actuales
- Los
donantes y los países deben establecer plazos para la financiación y
desarrollo de una vacuna universal contra la gripe y antivíricos de amplio
espectro.
- Fortalecer
la I+D antes y durante el estallido de una epidemia
- La
ONU y la OMS tienen que definir con claridad las funciones y
responsabilidades y los mecanismos de activación oportunos para la
respuesta coordinada en caso de emergencia sanitaria.
- También
encarga a estos organismos realizar dos ejercicios de formación y
simulación, uno de ellos sobre un patógeno respiratorio letal.
DIARIO EL PAIS
(ESPAÑA) 5 DE OCTUBRE 2019
PULICADO POR
PATRICIA PEIRO
Puedes seguir a
PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y
suscribirte aquí a nuestra newsletter.
No hay comentarios:
Publicar un comentario