La Alcachofa
Regeneradora del hígado
Con un sabor exquisito, entre dulce y amargo, la alcachofa, consumida con regularidad, incrementa la secreción biliar y la irrigación sanguínea del hígado, lo que ayuda a digerir mejor. Gracias a la cinaropicrina y la cinarina, dos de sus principios activos, favorece la regeneración de las células hepáticas y atenúa el impacto que el alcohol y otras sustancias tóxicas ejercen sobre ellas. Mejora además las digestiones lentas, que provocan la sensación de estar lleno y también es un remedio en la convalecencia de las hepatitis y contra la hidropesía (hinchazón del abdomen por acumulación de líquido). Pero además de estos efectos depurativos para el hígado también está muy indicada en los casos siguientes:
Con un sabor exquisito, entre dulce y amargo, la alcachofa, consumida con regularidad, incrementa la secreción biliar y la irrigación sanguínea del hígado, lo que ayuda a digerir mejor. Gracias a la cinaropicrina y la cinarina, dos de sus principios activos, favorece la regeneración de las células hepáticas y atenúa el impacto que el alcohol y otras sustancias tóxicas ejercen sobre ellas. Mejora además las digestiones lentas, que provocan la sensación de estar lleno y también es un remedio en la convalecencia de las hepatitis y contra la hidropesía (hinchazón del abdomen por acumulación de líquido). Pero además de estos efectos depurativos para el hígado también está muy indicada en los casos siguientes:
• Alteraciones renales. La
alcachofa incrementa la diuresis y la excreción de urea (sustancia tóxica que
se produce en el organismo como resultado del metabolismo de las proteínas y
que debe eliminarse con la orina). Cuando se altera la función renal, el nivel
de urea aumenta en la sangre y puede originar dolorosos ataques de gota.
También es útil contra la retención de líquidos con oliguria (producción escasa
de orina).
• Colesterol. Disminuye la tendencia
del colesterol a depositarse en las paredes de las arterias, por lo que ejerce
un efecto preventivo de la arteriosclerosis.
• Diabetes. La alcachofa es
hipoglucemiante y rica en inulina, un hidrato de carbono fácil de asimilar por
los diabéticos.
• Afecciones de la piel. Muchas
dermatitis desaparecen o mejoran tras estimular los procesos de desintoxicación
hepática. El consumo de alcachofas puede mejorar afecciones crónicas de la
piel.
En definitiva, la alcachofa es una hortaliza de múltiples usos
terapéuticos y culinarios. Solo habrá que tener en cuenta algunas cosas para
evitar su deterioro: conviene evitar los hervores prolongados, pues la
sobrecocción afecta a su sabor y textura. Y, una vez cocida, tampoco debe
guardarse, porque la coloniza un hongo de color grisáceo llamado bremia que
podría resultar nocivo para la salud.
La alcachofa es una planta originaria de la
cuenca mediterránea. Pertenece a la gran familia de las asteraceae que incluye
especies tan distintas como la margarita, el diente de león, la lechuga o la
equinácea.
La alcachofa estimula el hígado y la vesícula
biliar. Tradicionalmente, sus hojas se han utilizado por sus propiedades
digestivas, que regulan las funciones hepáticas y biliares. Su uso se
recomienda especialmente en caso de saturación del hígado o de «hígado
perezoso».
Gracias a su experiencia y conocimientos
únicos, Arkopharma restituye el 100 % de los principios activos de la
alcachofa, que actúan de forma sinérgica.
Composición del medicamento:
Hoja criomolida de Alcachofa (Cynara scolymus
L.), con un contenido mínimo del 2% de ácidos cafeilquínicos (expresados en
ácido clorogénico). Cubierta de la Cápsula: Gelatina.
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