Escultura de Antonio Susillo de Arias Montano en todo los alto de la fachada de la fachada , del Palacio de San Telmo en Sevilla
Tal día como ayer, fallecía en Sevilla, Benito Arias Montano extremeño de nacimiento y sevillano de adopción , concretamente en 1598 .Bibliógrafo, teólogo, filósofo, científico, escriturario y poeta de primer orden, doctor laureatus en lenguas semíticas y políglota de modernas, autor de más de cien obras y tratados, consejero de Felipe II, asistente al Concilio de Trento , Comendador de la Orden de Santiago, embajador, supervisor general de la Biblia Políglota de Amberes, Bibliotecario Mayor de El Escorial y Capellán Real . Estuvo también en el punto de mira del Santo Oficio del que también se libró .-
A los diecinueve años vino a Sevilla, donde cursa Artes y Física, residiendo, en casa de Gaspar Vélez de Alcocer .Como dato curioso de su estancia en nuestra ciudad hay que mencionar su observación de los fenómenos fonéticos, pues, por primera vez en la historia, da cuenta de la evolución del “ceceo” y “seseo” andaluces .
En 1592 , tras recorrer media Europa , tras servir al lado del Felipe II , renuncia a todos sus cargos regresando a Sevilla , intercalándolo con su refugio de meditaciónla Peña de Alhaja, que adoptaría su nombre la Peña de Arias Montano, donde intercaló prolongadas estancia de estudio y meditación , en la Sierra de Aracena ( mal llamada de Huelva ) creando en precisamente Aracena una cátedra perpetua de lengua latina. Fue prior de convento sevillano de Santiago de la Espadas .-
A los diecinueve años vino a Sevilla, donde cursa Artes y Física, residiendo, en casa de Gaspar Vélez de Alcocer .Como dato curioso de su estancia en nuestra ciudad hay que mencionar su observación de los fenómenos fonéticos, pues, por primera vez en la historia, da cuenta de la evolución del “ceceo” y “seseo” andaluces .
En 1592 , tras recorrer media Europa , tras servir al lado del Felipe II , renuncia a todos sus cargos regresando a Sevilla , intercalándolo con su refugio de meditación
Este es el sepulcro de Benito Arias Montano en el Panteón de los Sevillanos Ilustres en los inquietantes sótanos de la Facultad de Bellas Artes - Iglesia de la Anunciación ( de donde sale la Hermandad del Valle )
Epitafio original
Consagrado al Dios de los vivientes. El Prior Don Alfonso Fontiveros y el convento de Santiago de Sevilla, venerando la memoria de su antiguo Prior, que tiene para ello los más altos merecimientos, se cuidaron de erigir este sepulcro, en el año 1605, para conservar con honor, hasta el día de la resurrección de los justos, los huesos del Docto Benito Arias Montano, teólogo, eximio intérprete, por el favor divino, de los libros sagrados, y diligente pregonero del testimonio de Jesucristo nuestro Señor, varón incomparable, más grande que todos los títulos honoríficos y más augusto que todos los monumentos. Murió en el año 1598, a los 71 años de edad
En 1838 sus restos fueron trasladados a la Iglesia de la que hoy es Escuela de Bellas Artes de Sevilla y se agregó otro epitafio del poeta sevillano Félix José Reinoso:
Los huesos de Benito Arias Montano, varón esclarecido, trasladados a la catedral desde el convento de Santiago de los Caballeros cuando los franceses ocuparon la ciudad en el año 1810, fueron reintegrados a su primitiva morada una vez puestos en fuga los enemigos. Finalmente, al ser abolidala Orden , fueron traídos aquí, al Estudio que había frecuentado cuando joven, el 21 de agosto de 1838. La Universidad
Los huesos de Benito Arias Montano, varón esclarecido, trasladados a la catedral desde el convento de Santiago de los Caballeros cuando los franceses ocuparon la ciudad en el año 1810, fueron reintegrados a su primitiva morada una vez puestos en fuga los enemigos. Finalmente, al ser abolida
Crestomatía del Conde Yndiano de Ballabriga
7 de Julio 2011.
Como dato curioso de su estancia en nuestra ciudad hay que mencionar su observación de los fenómenos fonéticos, pues, por primera vez en la historia, da cuenta de la evolución del “ceceo” y “seseo” andaluces .
ResponderEliminarCrestomatía del Conde Yndiano de Ballabriga