Mi Abuelo .
Imprescindible, pasión, tauromaquia, amor, bondad, fe, familia, favores, gracias , fiesta… estas son algunas de las palabras que definían a mi abuelo : José Pozo Mancheño.
Alguien me dijo una vez, que cada vez que alguno de los nuestros se va, es porque Dios lo necesita ahí arriba. Mi abuelo se fue hace ya 1 semana. Dios lo ha querido tener con Él, le hacia falta mi abuelo, sus consejos, bromas, sonrisa...todo aquello con lo que nos deleitó durante tanto tiempo.
Mi abuelo ya era un ángel en la Tierra , Dios lo puso en nuestra vida, para que cuidase de nosotros, para que fuera sus manos en la tierra. Lo hizo de la mejor forma que se puede hacer, siempre, y cuando digo siempre no exagero, siempre ayudó al que lo necesitaba. Mi abuelo era un Sí que no acababa nunca.
Hoy ya no lo tengo a mi lado, y sigue ayudándome desde el cielo, dándome fuerza para sobrellevar este duro trago que me ha tocado superar. Sé que con su ayuda podré, porque Dios nunca nos envía cosas imposibles, sino que de lo que nos envía, nos invita a hacer lo que podamos, y lo que no podamos se lo pidamos a Él.
Quién lea esto, se dará cuenta de que tengo una gran fe en Dios. Es otra de las cosas, que he de agradecerle. Él fue mi padrino de confirmación. Lo elegí a él porque desde que he tenido uso de razón me ha educado en la fe.
No puedo dejar de definir a mi abuelo sin hacer referencia al toro. Él era aficionado, él amaba al toro y todo lo que a este le rodea. Un amigo me dijo , que aunque mi abuelo no pudo ser torero en la plaza, mi abuelo toreaba con la palabra. Y es que él, a todo lo que tocaba, le daba un toque taurino.
Si me pidieran definirle de alguna manera, diría que para mí, José Pozo Mancheño, era ese rayo de sol que sale tras la tormenta. Ese rayo que todos ansiamos ver, sentir, tocar…
Él era un constante luchador, que me ha enseñado hasta en su último día de vida : “todo tiene solución salvo la muerte”.
Sé que me oye, me lee, me escucha, me ve, me siente, me ríe, me llora… desde donde esté. Por eso, aprovechó desde aquí para decirle que lo que siento por Él es tan simple como un verbo conjugado en 3 tiempos: te quise, te quiero, te querré.
María del Señor Pozo Rasero.
EL BESO DE LA ESPERANZA
Si el amor cabe en un beso
cuando es un beso de amor.
ante tan Divina Flor
macareno me confieso .
Por Ella vuelvo. Por eso,
cansado de tanta andanza ,
me refugio en la bonanza
de su puerto resolano,
donde conquista su mano
el beso de la Esperanza.
Joaquín Caro Romero.
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