Decía el cineasta Ingmar Berman que:
“Envejecer es como
Escalar una montaña
Mientras subes
Las fuerzas disminuyen
Pero la mirada es más
Libre, la vista más amplia
Y serena”.
Se habla de la edad y hemos de situarnos en la época que vivimos, ya que a lo largo de la historia lo que hoy es para nosotros una persona de 50 años, en el siglo XVII, por ejemplo, el astrónomo y matemático Johannes Kepler que murió a los 59 años en 1630 ya era bastante mayor, estaba en el declinar de la vida y para Aristóteles el “ Saber y la Prudencia ” en el ser humano comenzaba a los 50 años.
Definiría las “Edades o etapas” que por general han de vivir los seres humanos en un símil con las estaciones del año .Fue Ptolomeo quien otorgó mucha importancia a estas, caracterizadas por los elementos:
Humedad (Primavera- sería la Infancia )
Calor (Verano- Juventud))
Sequedad (Otoño- Madurez)
Frío (Invierno-Senectud).
Estas “estaciones” fueron magistralmente llevadas a ser interpretadas por diferentes instrumentos musicales por el gran compositor italiano del periodo barroco Antonio Vivaldi (1678-1741) en las “Cuatro Estaciones”.
Con estos datos e investigaciones realizadas por distintos psicólogos, quiero hacer una comparación de las “Estaciones del año con las Etapas de la vida de la persona” :” ETAPAS DE UNA VIDA EN UNA BELLA SINFONIA”.
PRIMAVERA-INFANCIA:
Los violines imitando el canto de los pájaros, a través de las dobles corcheas escuchamos el agua que brota de una fuente y sobre el verde campo a la sombra de un árbol duerme plácidamente un pastor. Bajo un cielo azul danzan ninfas y pastores: llega la “primavera”. Es el nacer a la vida física, mental, espiritual,
inocencia, ingenuidad del “Ser”, desarrollando los sentidos visuales y auditivos .Época de color de rosas , hermosa, bonita…brilla todo: sueños, fantasías,…todo esto bien licuado es la autorrealización personal , en caso contrario todo derivaría en un proceso de violencia, dejadez…
VERANO-ADOLESCENCIA:
Intenso calor, oímos de nuevo el canto de los pájaros en un súbito “Allegro”: el cú-cú ,la tórtola, el jilguero y el llanto de un pastor porque se avecina una tormenta , huracanados vientos descritos por dobles corcheas. Insectos voladores revolotean huyendo de la tormenta, tempestad el cielo se ilumina por los rayos.
Aquí prevalece la alegría, ilusiones, sueños, ambiciones de juventud, el
órgano mas marcado es el” corazón” y el sonido la “risa”.
Que belleza tiene el “Verano caluroso y ardiente de esperanzas que deseamos llevar a cabo”.
Cuanta energía de luz interna, fogosidad, pero puede convertirse en ira, si ha vivido una infancia frustrada.
En la adolescencia se marca la personalidad, pero si no ha habido una infancia feliz quedarán las huellas de lo sufrido, comenzando a tomar decisiones radicales, pues cuando hay traumas de maltratos, violencia, abusos, maldad… esto llevará a la obsesión de los sentidos.
Pero si todo ha sido positivo la persona trazará un “Plan de acción a la Vida que quiera y deseara tener con los demás y con uno mismo”.
Mª Encarnación Navarro Martínez
Presidenta Ateneo Cultural Solidario de Sevilla.
Crestomatía del Conde Yndiano de Ballabriga.
En la adolescencia se marca la personalidad, pero si no ha habido una infancia feliz quedarán las huellas de lo sufrido, comenzando a tomar decisiones radicales.
ResponderEliminarEncarnasion Navarro.
Completamente de acuerdo.
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