Los dos amigos y el oso
A dos Amigos se aparece un Oso:
El uno, muy medroso,
En las ramas de un árbol se asegura;
El otro, abandonado a la ventura,
Se finge muerto repentinamente.
El Oso se le acerca lentamente;
Mas como este animal, según se cuenta,
De cadáveres nunca se alimenta,
Sin ofenderlo lo registra y toca,
Huélele las narices y la boca;
No le siente el aliento,
Ni el menor movimiento;
Y así, se fue diciendo sin recelo:
«Este tan muerto está como mi abuelo.»
Entonces el cobarde,
De su grande amistad haciendo alarde,
Del árbol se desprende muy ligero,
Corre, llega y abraza al compañero,
Pondera la fortuna
De haberle hallado sin lesión alguna,
Y al fin le dice: «Sepas que he notado
Que el Oso te decía algún recado.
¿Qué pudo ser?» «Diréte lo que ha sido;
Estas dos palabritas al oído:
Aparta tu amistad de la persona
Que si te ve en el riesgo, te abandona.»
Samaniego.
Crestomatía del XIII Conde Yndiano de Ballabriga.
29 de Junio 2011
Las esperanzas dudosas han de hacer a los hombres atrevidos, pero no temerarios.
ResponderEliminarCervantes.
Crestomatía del Conde Yndiano de Ballabriga.